¿Cómo está usted? Guión de V. Maiakovski (1926)

Para terminar nuestra serie de entradas sobre Maiakovski me ha parecido interesante reproducir el guión de ¿Cómo está usted? [Как поживаете?] por diversas razones: fue posiblemente aquel en el que más puso de su parte, con tres versiones conservadas; es un claro ejemplo de los problemas que tuvo para llevar a la práctica sus guiones –ya hemos visto que fue el motivo de un duro artículo en LEF en el que publica su experiencia así como el texto del guión-; y es probablemente el más interesante de todos los que escribió. Los demás fueron casi siempre obras por encargo. Este lo decidió escribir él mismo y de acuerdo con los principios cinematográficos en que creía.

Maiakovski escribió el guión a finales de 1926. En esa misma entrada a la que hemos hecho referencia, podemos ver el artículo “Socorro’  de LEF en el que explica su motivación: realizar un noticiario en lugar de ficción -la palabra rusa khronika se traduce como noticiario, pero creo que deberíamos traducirla también como crónica, claro-, con medios técnicos suficientes y nacidos del mismo cine, mostrando hechos simples de una manera organizada que permita ‘una gran saturación emocional’.

Presentó el guión al departamento literario de Sovkino y en una primera lectura fue aceptado, siendo rechazado por la máxima dirección de la institución en la segunda, tal como explica en ese mismo artículo. En diciembre, lo ofrece a la productora Mezhrabpom-Rus,  y se propone que fuese dirigida por L. Kuleshov -¡qué buena película hubieran podido hacer!-. Para Mezhrabpom realizó cambios en el guión. Mientras en las dos primeras versiones se hablaba de un Hombre en genérico, ahora se cambia directamente por “Maiakovski” y en las variantes finales del texto cuando se hablaba de “la chica de la sección de sucesos” se nombraba a A. Khokhlova, la actriz que debía interpretar este papel. Desgraciadamente, el proyecto nunca llegó a llevarse a cabo.

En el recorrido artístico en el cine de Maiakovski creo encontrar una contradicción, o al menos una tensión patente entre sus ideas ‘productivistas’ y su creación como artista. No hay duda de que estaba fuertemente influenciado por su relación con Vertov, el más radical defensor del cine documental. Continuamente hará referencia a la necesidad de acabar con el cine ‘interpretado’ y representar exclusivamente el mundo real, pero todos sus guiones y películas son, paradojicamente, bastante convencionales. Es en esta obra en la que consigue un buen equilibrio entre estas dos tendencias. No es por casualidad que quisiese usar para “¿Cómo está usted?” el subtítulo “Fantasia-hecho”.

El guión pretende recorrer 24 horas en la vida del artista. Maiakovski reconocía claramente su megalomanía, así que era habitual que en sus obras él fuese siempre el protagonista. “Por conseguir una mirada, soy capaz de dejar durante mucho tiempo sobre mis trajes manchas de grasa tan grandes como platos de postre. Soy un exhibicionista que rebusca febrilmente todos los días las columnas de los periódicos con la esperanza de encontrar su nombre en ellas“, dirá de sí mismo. A los 20 años escribió una tragedia titulada… ‘Vladimir Maiakovski’. En esta obra que publicamos ahora se pretende reflejar el mundo real pero tamizado por la creatividad del artista, incluyendo elementos fantásticos y grotescos. Un hombre se levanta, lee el periódico, escribe, entrega lo escrito en su trabajo, come, recibe una visita y da una charla. En principio todo es absolutamente normal, pero a la vez, todo es extraordinario: lo que lee en el periódico se hace realidad en su habitación, el ventilador escribe poesía, el autor vuela, cambia de tamaño según su estado de ánimo…

Desde un arranque que me hace pensar en la dualidad que acabo de comentar -son dos Maiakovskis iguales los que presentan en el prólogo la película- pasamos a una primera parte que, en cierto modo recuerda el inicio de “El hombre de la cámara”: el despertar de la ciudad y el del propio Maiakovski. La cocinera le va a buscar el periódico y éste se convierte en una bola del mundo. El autor lee diferentes secciones: un artículo sobre la exportación de trigo, las noticias sobre una erupción volcánica, los sucesos, los anuncios. En todos los casos, la noticia se convierte en realidad en su propia habitación. Un editorialista sale de las páginas del periódico y le lanza un discurso, la casa tiembla cuando lee sobre el terremoto, ‘vive’ el intento de suicidio de una chica a la que intenta salvar, el traje que le gustaría comprar camina sin nadie dentro por la calle…

En la segunda parte, cuando se pone por fin a escribir, las letras flotan en la habitación y las va cazando con un lápiz, mientras un ventilador va creando rimas. Acaba tan satisfecho de su trabajo que va flotando por encima de los demás hasta la redacción del periódico. Allí, aumenta o disminuye de tamaño según su estado de ánimo. Recibe un anticipo y mientras intenta cobrarlo en la caja se queda adormilado, tira un tintero y este se convierte en el Mar Negro mientras la rejilla de la caja se ha convertido en la reja de una terraza del sur.

Cuando le comunican que no puede cobrar ese día, sale a la calle, le entra hambre y, ya en la tercera parte, compra pan y embutido y lo lleva a su casa para comerlo. En una copia prácticamente literal de una escena de “Kinoglaz” de Vertov, al tirar al suelo el pan que no le ha gustado vemos como rebobina la historia hasta el momento en que compra el pan y, más allá, todo el proceso que ha sido necesario para producirlo: su transporte, cocido, amasado, molido y, por último, cultivo por un campesinado hostigado por la guerra. Recoge el pan y lo trata con muchísimo más cuidado.

La cuarta parte es quizá la más poética y a la vez la que intenta ser más objetiva. Cada acción tiene un resultado: si cae una piedra en un estanque tranquilo, se expanden las ondas. Dos acciones, provocan dos ondas que se entrecruzan. En una casa se produce un incendio, en otra, están a punto de celebrar una boda. Un grupo de gente contempla los preparativos de una boda; otro, un incendio. En el primer círculo se encuentra una chica. En el segundo, Maiakovski. Los círculos, sus miradas, se entrecruzan y Maiakovski intenta ligar con la chica, que se resiste. Finalmente acepta ir a su habitación y esto lo transforma todo: en un Moscú hivernal,  el verano ha llegado a su casa y ésta se cubre de flores. A los amantes les crecen alas de aeroplano y vuelan hasta la habitación. Cuando por fin no se besan, todo vuelve a la sucia normalidad.

La quinta parte nos recuerda el teatro bufo de Maiakovski. Recibe la visita de una familia muy pesada e intenta librarse de ella puesto que lo están esperando para dar una conferencia. Aprovechando el uniforme de un policía que está pasando la noche con la cocinera, se disfraza y expulsa a la familia con la excusa de que las posibilidades de réplica de un terremoto en Tokio obligan a pasar la noche al raso. Maiakovski puede ir a la conferencia, regresa ya cansado y duerme. Mientras tanto, la familia sigue en la calle bajo un paraguas.

De la obra se conservan tres variantes. Una primera copia autorizada escrita a máquina (prólogo y partes 1-4 [primera redacción]); una copia autorizada escrita a maquina (completa [segunda redacción]); una copia escrita a máquina (completa), así como las galeradas de “Novy Lef”. Se publicó en el nº 2, febrero de 1927, de dicha revista.

Para la traducción he utilizado la versión publicada en la edición de sus Obras Completas de 1958. Vuelvo a recordar que no domino lo suficiente el ruso. Jamás en la vida se me hubiese ocurrido traducir su poesía, por ejemplo. He cotejado parte de la traducción con mi profesora de ruso, Iulia, a la que se lo agradezco enormemente una vez más desde aquí. Si algún alma generosa que sepa más ruso que yo encuentra algún error garrafal, le ruego se ponga en contacto conmigo para que pueda subsanarlo.

Paso ya al texto. Espero que lo disfrutéis.

¿CÓMO ESTÁ USTED?

UN DÍA EN CINCO PIEZAS CINEMATOGRÁFICAS

Prólogo
1.Calle. Pasa un hombre normal: Maiakovski. Panorama.
2. Panorama desde otro lado. Continuación del movimiento del hombre sobre el mismo fondo, las mismas casas.
Del 3 al 6 el siguiente fondo:
3. Gente
4. Autos
5. Tranvías
6. Autobuses
7. Pasa una segunda persona, casi igual.
8. Camina casi igual, agitando las manos como un molinillo.
9. Mano.
10. Cuadros 1-6
Cuadros 11 a 14: Pasa el primer hombre normal, pasa el segundo. (Montaje alterno preparando el encuentro).
15. Maiakovski se detiene, mira alrededor, comienza a agitar las manos y sigue adelante.
16. El segundo Maiakovski al verlo, se detiene, mira alrededor, sigue como el primero.
17. Rotación de las manos del primer Maiakovski.
18. Rotación de las manos del segundo Maiakovski.
19. Una mano choca con la otra, de las palmas salen gotas de agua en diversas direcciones.
20. (como en una fotografía) Ambos permanecen de pie dándose la mano, sin moverse, como en una fotografía pueblerina. Permanecen de pie mucho rato. El movimiento en el fondo continúa exageradamente.
21. El primero cambia el rostro inmóvil por una sonrisa solo con los labios. (modelo: Тikhomorov). [1]
22. El segundo cambia el rostro inmóvil por una sonrisa solo con los labios.
23. El primero separa la mano.
24. El segundo separa la mano.
25. El primero levanta el sombrero.
26. El segundo levanta el sombrero.
27. Al primero se le sube el cuello de la camisa por la felicidad.
28. Al segundo se le sube el bigote.
29. En ambos, expresión de máxima satisfacción. De la boca del primero sale una “C”. Ahora del segundo aparecen rápidamente las palabras: “¿Cómo está usted?”.
“Cómo está usted?” [Los intertítulos aparecerán a partir de ahora en cursiva y entre comillas]
30. Se encuentran de frente y, mirándose con intensidad, esperan respuesta.
31. Ambos retroceden inmediatamente hacia los lados del encuadre. Extienden una mano que señala hacia dentro.
32. Entre la punta de las manos extendidas aparece:

Primera parte
Todo el mundo, menos los ricos y los muertos recibe así a la mañana:
33. Pantalla en negro. Aparece una tiza que dibuja: una abuela bebe café, la cafetera se convierte en un gato. El gato juega con un ovillo de hilo, del ovillo de hilo se tienden con zigzags indicativos unas flechas hacia la frente de Maiakovski dormido (del que gradualmente aparece el contorno).
34. Una cama. En la cama, Maiakovski. El fondo detrás de la cama se convierte en el mar.
35. Mar. Desde detrás del horizonte el círculo del sol.
36. El sol se cubre de nubes. Desde detrás de las nubes, un rayo.
37. A través de la pantalla en negro un rayo estrecho que va aumentando gradualmente desde la ventana y ampliándose hacia la cama.
38. En el rayo de luz se ve claramente una parte de una persona tumbada.
39. En el rayo de luz peatones, yendo y viniendo.
40. Pasos.
41. La cama tiembla por los pasos.
42. El hombre se gira al otro lado.
43–50. En el rayo de luz se ven solitarios coches y camiones, transportando comida.
51. La cama tiembla más. El hombre se gira al otro lado.
52–55. En el rayo de luz toda la barahunda de la ciudad con tranvías, automóviles, camiones.
56. El hombre se mueve de un lado a otro.
57–61. Relevándose unas a otras, rugen las bocinas agobiantes de los automóviles, las campanillas de los tranvías, las sirenas de vapores y de las fábricas.
62. Amanece en la habitación. El hombre abre los ojos, sube hasta los ojos el reloj. En el reloj son las ocho menos cuarto.
63. Las agujas de los minutos y los segundos casi tocan la parte superior e inferior del ojo. Las agujas se abren, abriéndose los ojos (En todas las acciones con las horas los relojes deben mostrar datos reales y solamente en el momento de funcionar las agujas se difumina débilmente la esfera.)
64. El hombre se levanta de un salto, abre la puerta y grita en la rendija.
65. Rendija. Habitación de Maiakovski. De la boca salen las letras:
“¡Periódico!”
66. Las letras de la palabra se extienden a través de la habitación y el pasillo, pasan al galope por la cocina y una tras otra caen en la cabeza de la cocinera, que está haciendo algo en el samovar, y se esconden en su cabeza.
67. Maiakovski enchufa la tetera eléctrica.
68–69. La cocinera sale a escape escaleras abajo.
70. El hombre entra en la habitación, secándose por el camino las manos y la cara.
71. La cocinera se detiene ante el kiosko de prensa.
El mundo en papel“.
72. El kioskero le da a la cocinera unos cuantos periódicos.
73. La cocinera carga la cesta con comida, coronada con los periódicos, en el hombro derecho. Se aleja.
74. Junto al kioskero se detienen dos komsomoles (miembros de la Juventud Comunista). Cogen un periódico. Lo recorren rápidamente con los ojos buscando las líneas cortas de poemas. Se quedan de una pieza.
“De nuevo sin poesías. ¡Qué periódico más aburrido!”
75–80. La cocinera camina. Los periódicos en el hombro crecen, encorvando a la cocinera hacia el suelo. Las casas, en el fondo por el que pasa la cocinera, progresivamente se van haciendo más pequeñas. La cocinera se hace muy pequeña. En los hombros de la cocinera un enorme globo terráqueo. Camina como moviendo con dificultad los pies.
81. Una calle en perspectiva. Los raíles del tranvía hacia la cámara. En profundidad se muestra rodando hacia la cámara la bola del mundo: un globo que crece rápidamente.
82. Portal de la casa. Las puertas de los portales se abren solas. La bola del mundo se acerca rodando hacia las puertas. Disminuye de tamaño hasta que pasa por la puerta.
83. Tras pasar la puerta, sube sola por la escalera.
84. En la puerta del apartamento en una tablilla: “Brik. Maiakovski”[2]. En la puerta aparece la cocinera con la compra y los periódicos.
85–86. Por la rendija de la puerta pasa el periódico hacia un Maiakovski húmedo por el afeitado. Lo coge y se sienta a la mesa.
87. Maiakovski, vuelta la cabeza, mira.
88. Detalle del escritorio.
89. Mástil de radio.
90. Maiakovski despliega las hojas del periódico.
91. Desde la hoja del periódico directamente hacia el aparato se dirige un tren.
92–93. Detalles del funcionamiento de la locomotora.
94. Maiakovski se aparta de un salto del periódico. Se acerca al ventanillo y lo abre.
95. Vuela un avión.
96–97. Detalles del avión.
98. Maiakovski junto a la mesa. Extiende el periódico al máximo.
99. Los ojos de Maiakovski.
100. Detalle del periódico: Editorial “Nuestra exportación de pan”.
101. Del marco del editorial sale un hombre de aspecto gráfico, se arregla las gafas y, de pie en el borde de la hoja del periódico, como en una tribuna, salta del periódico.
102. Coge la mano de Maiakovski, lo zarandea, intenta convencerlo. De su boca salen citas, cifras.
103. Las cifras vuelan a la oreja de Maiakovski, que escucha, suben como un torbellino sobre su cabeza.
104–106. Maiakovski comienza a acurrucarse, a bostezar de tanto en tanto, a negar: “Lo sabemos, lo sabemos”. Al final pone con tranquilidad y bondadosamente la mano sobre el hombro del vanguardista y lo empuja hacia la página del periódico.
107. Maiakovski vuelve a la página del periódico. Continúa leyendo.
108. Se abren los ojos de Maiakovski; se lanza al sillón, recorriendo con los ojos la habitación.
109. Las cosas en el escritorio comienzan a temblar.
110. La lámpara se rompe.
111. El calendario se desparrama en un montón de hojas. Sobre la mesa pedazos y trozos de letras de periódicos formando la frase: “Terremoto en Leninakán” [3]. El hombre no aparta los ojos de las líneas del periódico; las manos y los hombros le tiemblan. Escucha con atención.
112. Se vuelve.
113. Hierve la tetera.
114. Maiakovski coge la tetera, la pone en el escritorio entre los trozos. La tetera silba, tiembla, sube, como imitando un volcán en erupción. El hombre mira el agua hirviente, sonríe, reúne los trozos, los envuelve con una hoja de periódico. El periódico se endereza y se convierte de nuevo en un periódico normal.
115. Maiakovski sigue leyendo.
116. “Crecimiento de la buroc…” De la “o” sale una cabecita con una pluma en la oreja. Asida con comillas al borde, sale reptando, crece, se levanta amenazando con plumas y lápices.
117. El hombre retrocede ante ella, después choca, la coge por el cuello, la estrangula, con esfuerzo la hace entrar de vuelta al periódico.
118–119. El hombre sirve té, bebe un sorbo y fija la mirada: “Sección de sucesos”. Sucesos.
120. Se sienta, respira con dificultad. Se arregla la corbata arrugada. Lee.
121. “Tentativa de suicidio… Ayer a las 6, una joven de 22 años, con un disparo de revolver… situación sin esp…”.
122. El periódico se endereza, quedándose en un rincón, como un enorme biombo.
123. De un rincón oscuro del periódico sale la figura de una chica que con desesperación alza una mano con un revolver hacia la sien, toca el gatillo.
124. Rompiendo la hoja de periódico, como un perro rasga un aro de circo, Maiakovski entra de un salto en la habitación creada por el periódico.
125. Intenta coger y dirigir la mano con el revolver, pero tarde: la chica cae al suelo.
126. El hombre retrocede. Espanto en la cara.
127. Maiakovski en la habitación. Estruja el periódico, con repugnancia aparta el té y se echa atrás en la silla.
128. La cara del hombre se tranquiliza lentamente. De nuevo fija la vista en el periódico.
129. “Anuncios”.
“Vístase y cosa sólo en el almacén ‘Moskvoshey’ [Costurera de Moscú]”.
130. En un rincón cuelga ropa vieja de hombre. Sale guata del forro. Cuello gastado. El hombre coge con dos dedos el faldón del abrigo y extiende ante los ojos los agujeros.
131. “Anuncios””Vístase y cosa sólo…” Calle. Por la calle bajan lisamente planchados, nuevecitos, independientes, sin gente, un abrigo y un terno: pantalones, chaqueta y chaleco, y en cada uno de ellos en lugar de cabezas se muestra una suma considerable.
132. Unas sumas que aparecen y desaparecen.
133. El hombre, meditabundo, se toca los labios, sumando y calculando.
134. Las sumas que aparecen y desaparecen se detienen, se alinean y componen una cifra enorme.
135. La cifra se convierte en un fajo de dinero [de chervónetz (diez rublos papel)].
136. El fajo de rublos cruje ante los ojos.
137. El hombre se levanta y mira meditabundo.
138. Ante él se despliega solo un libro de poesías, al lado del cuadro frente a los rublos. El libro se despliega y de él crecen nuevos libros.
139. Entre las poesías y los rublos aparecen dos plumas que se transforman en un signo blanco de igualdad.
140. El hombre coge la pluma-raya.
“No se puede no trabajar”.

Fin de la primera parte

Segunda parte
1. El hombre de pie junto a la ventana saca punta a un lápiz con una cuchilla de afeitar.
2. Apunta y amenaza con el lápiz afilado en la ventana.
“¡Da poesías!”
3. Se sienta para tomar el té una familia con figura de cerdo.
4. El padre afeitándose en primer plano.
“Yo no necesito poesías”
5. Un chico y una chica komsomoles bajo la luna. La chica se aparta, exigiendo soñadoramente:
“¡Da poesías!”
6. A papaíto se le baja el cuello, pero porque crece la barba y el pelo en la zarpa que agarra el vaso con té.
“Yo no necesito poesías”
7. Los komsomoles ante el kioskero.
“¡Da poesías!”
8. Convirtiéndose en orangután ante los ojos.
“Yo no necesito poesías”
9. Un cartel. Lucha de poetas: Aseev, Kirsanov, Maiakovski, Pasternak. [4]
10. Sala de una facultad obrera (Rabfak). En pie y aplaudiendo.
11. Medio levantado y mirando atentamente, Maiakovski.
12. Maiakovski se arremanga con decisión.
13. Maiakovski ensaliva el lápiz.
14. Maiakovski apunta con el lápiz al papel.
“Fábrica sin humo ni tubos”. [5]
15. Se frota la frente. El movimiento de la mano, recuerda el girode un interruptor.
16. De la cabeza comienzan a salir volando letras, que flotan por la habitación.
17. Maiakovski se sobresalta, atrapando las letras con el lápiz.
18. Maiakovski atraviesa las letras con el lápiz, como rosquillas en un palo, y con trabajo las sujeta al papel.
19. Las letras volantes se enlazan en frases impactantes y salen volando de nuevo.
20. Durante un minuto permanecen frases como: “Qué bellas, qué frescas eran las rosas” [6] “El pájarito de Dios no conoce” [7], etc.
21. Maiakovski con el lápiz separa letra a letra, atrapa y elige las necesarias.
22. De nuevo se pone sobre el papel.
23. Maiakovski se admira de lo escrito.
24. En las hojas de papel con las letras en relieve: “Iz-quierda, izquierda, izquierda!” [8].
25. Maiakovski junto a la ventana con el lápiz afilado, decidido y sonriente.
26. Reúne en un papelito los restos del lápiz al sacar punta y los tira por el ventanillo. Ajusta en el ventanillo el ventilador.
27. Coge de la mesa y alisa amorosamente una hoja de papel.
28. El ventilador da vueltas.
29. El tubo de tiro del ventilador extrae rimas ya hechas: sangre – amor — zanahorias — amor — zanahorias, libertad-pueblo, hija-noche y otras. [9]
30. El hombre termina la hoja, firma y se levanta satisfecho.
A esto se llama “de tanta felicidad los pies no le tocan el suelo”.
31. El hombre con una brillante esperanza enrolla lo escrito en un tubo, lo ata con una cinta y
32. baja por las escaleras, sin tocar con los pies los peldaños.
33-35. Va por la calle, dando enormes pasos con las piernas dobladas y sin moverse. Está dos veces por encima de las otras cabezas. Los viandantes se vuelven. Llevados por el viento los faldones del abrigo le dan la apariencia de un demonio.
36. Maiakovski en el recibidor del redactor. Está sentada junto a él, con la misma hoja enrollada, con la misma cinta, toda una serie de visitantes con la misma cara.
37. Llaman a Maiakovski.
38. Maiakovski entra en el despacho del redactor. Al entrar, crece y ocupa todo el marco de la puerta.
39. El redactor y el hombre se dan la mano. El hombre disminuye hasta el tamaño del redactor. El redactor es un burócrata de periódico. Le invita a leer.
40-42. Desde su anterior tamaño el redactor disminuye y disminuye, hasta hacerse muy pequeño. Maiakovski se dirgie hacia él con el manuscrito, vuelve a crecer hasta un tamaño enorme, superando en cuatro veces al redactor. En la mesa del redactor ya está sentado un diminuto peón de ajedrez.
43. El poeta lee ante el fondo de un auditorio.
44. El redactor, escuchando, se pone recto, mira por encima el manuscrito, pone cara de enfado y ataca al poeta. Maiakovski se hace pequeño. El redactor se hace enorme, cuatro veces la altura del poeta. El poeta permanece en la sillita del diminuto peón.
45. El redactor critica ante un fondo de una familia de orangutanes.
46. El poeta levanta un papelito con la palabra: “Factura”.
47. El poeta ataca al redactor con valentía, de nuevo aumenta su tamaño, pero ya no hasta el anterior.
48. A favor del poeta — los komsomoles atacantes.
49. El redactor crece hasta un tamaño enorme. El pequeño poeta permanece en la silla; el redactor le mete en la mano un papelito firmado.
50. A favor del redactor los alegres orangutanes.
51. El redactor escribe: “10 rublos de anticipo”.
52. Maiakovski sale por la puerta, pequeño, apenas visible bajo el umbral.
53.El poeta en una fila junto con otros permanece de pie junto a la caja.
54. En la caja un letrero: “El cajero vuelve pronto”.
55. El poeta empieza a bostezar.
56. El poeta dormita.
57. La rejilla de la caja se convierte en la rejilla rodeada de flores de una terraza del sur.
58. El ventilador se converte en un pájaro.
59. El que dormita vuelca un tintero. La tinta se derrama sobre el papel.
60-61. Los papeles con los de la mesa del cajero y los del resto de la institución se unen y se convierten en un auténtico Mar Negro.
62. Bajo el viento se agita una palma.
63.La punta de la palma acaricia, hace cosquillas en la nariz al poeta.
64. Maiakovski se despierta. La punta de un cepillo de una mujer de la limpieza justo debajo de su nariz.
“¿Qué haces durmiendo? El cajero no recibirá hasta el miércoles”.
65. Maiakovski va por la calle. Va mirando alrededor.
66. Escaparate de “Moskvoshvey”.
67. Maiakovski saca del bolsillo del chaleco un reloj, lo mira junto al estómago. Las cinco y media. Las agujas juntas. Deja el reloj en el bolsillo.
68. Como si las agujas se clavasen el estómago. Se le encoge la panza.
69. Maiakovski deteniéndose junto al escaparate de una panadería, saca y sopesa en su mano calderilla.
70-72. Maiakovski entra en el almacén e informándose del precio, compra un pequeño paquete. Pan y embutido.

Final de la segunda parte

Tercera parte
PAN SECO
1. Maiakovski en la habitación se sienta a al mesa, bebe un sorbo sin gusto ni placer, echando un vistazo al diario. Coge con la mano un pedazo de pan, lo mete en la boca: sin remordimientos, mira el pedazo con disgusto, frunce el ceño y con repugnancia lo tira al suelo.
“¡Cuánto trabajo en un trozo de pan!”
2. El trozo de pan mordisqueado cae al suelo.
3. Del periódico sale un hombre-editorial, coge al hombre sentado de la mano y con la otra mano lo empuja hacia el suelo.
“¡Cuánto trabajo en un trozo de pan!”
4. La rebanada, tirada en el suelo.
5. La rebanada salta y sube de un salto a la mano.
6. Desde la boca hacia el trozo de pan se une el trozo mordisqueado.
7. La mano pone el pan en la mesa, el pedazo se une a la barra.
8. El hombre se pone el traje, retrocede hacia la puerta.
9. El hombre reculando baja las escaleras.
10. El hombre va por la calle.
11. El hombre entra en la tienda.
12. El hombre entrega de vuelta el pan.
13. El hombre recula hasta la caja.
14. El hombre recibe el dinero de la caja.
15. Sale del almacén.
16. El pan se mete en una estantería.
17. El pan de la estantería baja a una pila de panes.
18. El pan se mete en el horno.
19. Del pan sale arrastrándose una masa.
20. El pan se vuelve harina.
21. La harina se vierte en un saco.
22. El saco es llevado por gente hacia la salida, hacia un camión.
23. El saco se carga en un camión.
24. La envoltura para el pan se alisa.
25. La envoltura para el pan aumenta hasta ser una resma de papel.
26. Las resmas de papel se embalan en un cajón.
27. Las cajas se juntan con otras.
28. Las cajas se cargan en un automóvil.
29. El automóvil recula hacia la fábrica de papel.
30. El camión con los sacos de harina vuelve al almacén de harina.
31. En el almacén de harina reciben la harina.
32. La harina recula hacia el molino.
33. En el molino de la harina se hace grano.
34. Unos campesinos mete el grano en los sacos.
35. Los campesinos transportan el grano al granero.
36. El grano se une en espigas.
37. Las espigas se atan en gavillas.
38. Las gavillas se transportan al campo.
39. De las gavillas se pone en pie el centeno.
40. Por un sendero a lo largo del centeno se pasea la chica de la sección de sucesos cogida del brazo con Maiakovski.
41. El centeno empieza a decrecer.
42. El centeno pasa a verde.
43. Arando la tierra.
44. Los surcos se hacen pequeños.
45. Un campesino cansado.
46. Hacia él corren desde la aldea.
47. 48, 49. Un campo atacado, quemado.
50, 51, 52. Unos guerrilleros golpean a la población.
53. Una ciudad, llena de multitudes manifestándose.
54, 55, 56. En todos los carteles el lema: “Pan y paz”. Diafragma.
57. Desde el diafragma Maiakovski en la habitación con una taza de té y un trozo de pan.
58. El hombre-editorial dibujado le da la mano y entra en el periódico.
59. Maiakovski mira el pedazo que ha tirado.
60. Maiakovski coge con cuidado el trozo.
61. Maiakovski sacude el polvo del trozo.
62. Maiakovski pone el pedazo seco en un frutero demasiado grande, suntuoso. Limpia el frutero con la chaqueta y extiende su propio pañuelo como servilleta para el pan. Se aleja, admirado.

Final de la tercera parte

Cuarta parte
AMOR NATURAL
Piedra.
1. Unas piedras normales y tranquilas.
Pantano.
2. Un pantano normal y corriente.
Hecho.
3. Una mano coge una piedra.
4. La piedra es lanzada al agua.
Resultado.
5. Auténticos círculos del pantano en la pantalla.
Gente.
6. 7, 8. En una habitación vuelcan una vela, la vela incendia una cortina, desde la cortina al resto de la habitación.
9, 10, 11. Otra habitación. Felicitan a unos novios, vestidos para la boda.
Hecho.
12. Arde la casa.
13, 14, 15. Salen los bomberos.
16, 17. La gente sale corriendo de la casa.
18–20. Una muchedumbre rodea la casa y dan vueltas alrededor.
21–24. En otros apartamentos la gente se viste festivamente, leyendo las invitaciones de boda.
25–28. La gente sale de la casa.
29–32. La pareja de novios se sienta en una carroza.
33–35. La gente en carroza y en automóviles hacia la boda. Los peatones alcanzan a la carreta.
36. La casa de la novia.
37. Todo el tiempo pasa gente y curiosea por la ventana.
38. Llegan los invitados.
39. La ciudad desde arriba.
40–41. Un círculo de gente alrededor de la casa que arde.
42–43. Un círculo alrededor de la casa de la boda.
Una del círculo.
44. El círculo alrededor de la boda: entre la multitud, una chica apresurada y aburrida.
Uno del círculo.
45. Entre los que curiosean en el incendio, Maiakovski, mirando y aburrido.
Los círculos se encuentran.
46–47. El círculo (plano general), parte rodeando a la chica y parte rodeando a Maiakovski.
48–49. Los círculos penetran uno en otro.
50. La chica mira a Maiakovski. Desde el círculo del incendio Maiakovski mira a la chica del círculo de la boda. Una chica normal.
51. La chica sale de su círculo.
52. Maiakovski sale de su círculo.
53. Maiakovski se apresura hacia la chica. Mira a la chica. A sus ojos, la chica se convierte en la de los sucesos.
54. La alcanza.
Pero si no voy a hablar con usted”.
55. La chica se aparta, volviendo alguna vez la cabeza, cabeceando negativamente.
56. Finalmente habla con él.
“Pero si sólo iré con usted un par de pasos”.
57. Da un paso al lado.
58. Después se coge del brazo y van juntos.
59. 60, 61. Maiakovski sobre la marcha arranca de la calzada una flor crecida de un modo desconocido.
62. Maiakovski ante las puertas de su casa.
“Pero si usted no va a venir conmigo, sólo un minuto”.
63–69. Alrededor es invierno, y sólo ante su propia casa hay un jardín con flores, árboles con pájaros; la fachada de la casa completamente cubierta de rosas. Sentado en un banco en camisa el portero se seca el sudor que le resbala.
En alas del amor.
70–72. A la chica y a Maiakovski les aparecen alas de aeroplano.
73–74. La chica y el hombre echan a volar por la escalera.
75–80. Todas las cosas en la sucia habitación florecen; de los floreros salen lilas, un simple dibujo del papel de pared ante vuestros ojos se convierte en un dibujo con rositas. Una lámpara sencilla se convierte en una lámpara de araña.
81. Maiakovski sirve agua de una garrafa.
“Pero si no beberemos. Sólo un vaso”.
82. Dice la chica:
“¡Qué agua más fuerte tiene usted!”.
83–84. Le coge el vaso y se empieza a acercar lentamente.
“¡Pero si no nos besaremos!”
85. Se acercan los labios de uno a otro.
86–89. Fachada de la casa, se acaban las flores de la fachada, en la calle hay nieve. El portero en camisa se pone una pelliza de pieles.
90–93. La habitación, recobra su aspecto sucio normal.
94–96. Salen del portal. Él, con botas. Ella, con tacones gastados. Las alas plegadas, bajo el brazo. Se deslizan.  Bostezan.
97. Dando algnos pasos, el hombre coge el reloj.
98–101. 22 Faltan unos minutos para las diez. Las agujas en diferentes posiciones. El hombre muestra a la chica las agujas,se despide. Se alejan en direcciones opuestas.

Final de la cuarta parte

Quinta parte
DÍA Y NOCHE
1–11. Trabajo redoblado de la conducción de aguas central. Fluye desde los filtros muchísima agua. Conducciones de agua. Conducto principal.
Malgastadores de agua.
12. Grifo de la conducción de aguas que impresiona por su endeblez.
13. Cocina. Maiakovski echa agua al samovar.
El poder en sus puestos.
14–16. Cocina. Un policía le dice cosas cariñosas a la cocinera. Lleva su uniforme.
17–18. Maiakovski aviva el samovar con el zapato.
Día y noche.
19–27. El inmenso edificio de la central telefónica. Trabajo ininterrumpido de los telefonistas. Confusión de cables de teléfono.
Saboteadores de teléfono.
28. Una madre de famila de aspecto miserable con el auricular del teléfono. Detrás de la madre fomando una cola, el papaíto, su hija adulta, tres pequeños, dos perros. Conversación telefónica.
“Iremos de invitados a su casa con motivo de la víspera del nacimiento de Robespierre”.
29. Maiakovski al teléfono pone una cara amable y dice:
“¡Vengan! Pondremos el samovar”.
30. Maiakovski cuelga el teléfono, susurra coléricamente:
Si se marchan beberemos té…”
31–33. La familia en la calle.
34–35. Maiakovski aviva con el zapato el samovar: no se aviva; mira el reloj. Quita del samovar el zapato, se lo pone en el pie, coge la bota del policia y empieza a avivar con ella.
36. Teléfono.
37. Llamada de un miembro de la facultad obrera.
38. La multitud va en masa hacia el auditorio.
39. Maiakovski al teléfono:
“Vendré si consigo despedirme”.
40. Llaman a la puerta.
41–42. Entran en tropel la familia y el perrito.
43–45. El hombre ofrece asiento a los invitados con una sonrisa hipertrofiada.
46–47. El hombre trae té a los que se han sentado.
48–50. Los sentandos molestan con amabilidad, con preguntas amables:
Padre: “¿Dicen que el índice de precios de tripas de cerdo se ha alterado de nuevo?”
Hija: “Dígame, ¿alguna vez ha experimentado el amor ideal?”
51. El hijo molesta con el perrito:
Teno el perito amastrado. No hace pipí cando quere sino cando quero yo”.
52. La madre con entusiasmo:
“¿No es cierto que mi Totó es un encanto, muy desarrollado para su edad?”
53–55. Maiakovski responde a todos con amabilidad, pero apenas responde al interlocutor, hace una mueca desesperada.
56. Auditorio engordado.
57. Tres miembros de la facultad obrera al teléfono.
58. Maiakovski al teléfono.
“Tengo una reunión”.
59. Los invitados beben té a sorbos.
60. Maiakovski se levanta, frotándose alegremente las manos.
61–63. Los invitados le dan las gracias. Pero todos juntitos siguen sentados en el sofá, diciendo:
“Se está tan bien aquí sentados. El alma descansa”.
64. Auditorio enfurecido.
65. Apreturas al teléfono.
66. Maiakovski no hace caso de la llamada.
67. Maiakovski sale corriendo de la habitación.
68. Maiakovski solloza en la cocina, apoyado en la mesa de la cocina.
69. Maiakovski sube la cabeza.
70. Cuelga de un clavo el uniforme del policía, el cual pasa la noche con la cocinera.
71., Los invitados en el sofá dicen cursilerías.
72. Entra un policía bigotudo. Les mete delante un papel.
” Bajo firma”.
73. Los invitados confusos cogen el papel, leen.
“Notificación del comité comunitario. Departamento de sismografía. En vista de la posibilidad de la repetición en Moscú del terremoto de Tokio se ordena pasar la noche indicada fuera de casa, en la calle.”
“¡Firmen!”
74–76. El policía les mete el papel delante. Sobre la marcha, llevando al revés el sombrero,metiendo una mano en el abrigo y con la otra garabateando apellidos, desaparece a la familia, arrastrando por la cola al perro.
77. El marido, confuso le dice a la mujer:
“Deberiamos despedirnos del amo de la casa…”
78. La mujer, irritada, lo arrastra por la chaqueta:
“¡Mañana nos despedimos!”
79. Maiakovski echando un vistazo, se arranca el bigote, el uniforme y se ríe a carcajadas.
80. Como agradecimiento mete en los pantalones tres rublos.
81. Maiakovski se lanza por las escalera hacia un taxi.
82. El viaje de Maiakovski.
83. Maiakovski en el estrado.
84. Hablando desde el auditorio.
85. Dormitando desde el auditorio.
86. Maiakovski atacando.
87. Atornillando desde el auditorio.
88. Maiakovski termina de leer. Le tienden notas desde la sala.
89. Aplausos.
90. Un fatigado Maiakovski en la escalera.
91. Viaje de Maiakovski.
92. Maiakovski irrumpe en la habitación.
93. Maiakovski se sienta en la cama, se desata los cordones de los zapatos.
94. Maiakovski en la cama con un libro.
95. La habitación se difumina.
96. En algún momento será así:
97. El hombre dicta a un micrófono.
98. El auditorio y la gente escucando con altavoces.
99. Mediante orugas y cables se tienden las notas. Oscurece.
100. Oscurece.
101. Oscuridad.
102. La familia en el campo, dormitando bajo paraguas.
103. Estrellas.
104. Maiakovski duerme.
105. Sueño.
106. Detrás del mar se eleva el sol.

Fin

[1] Haciendo referencia a la sonrisa estándar de los bailarines de ballet y especialmente de la del conocido artista del Bolshoi, V.D. Tikhomirov (al que Maiakovski llamaba en broma Tikhomorov [mar pacífico]).

[2] Ya comentamos que Maiakovski solía compartir domicilio con Osip y Lili Brik.

[3] Efecticamente se produjo un terremoto en Leninakán (Armenia) en 1926.

[4] Todos ellos miembros de LEF.

[5] De la poesía de Maiakovski “Poeta obrero”.

[6] De Turguenev.

[7] Del poema de Puskhin “Gitanos”.

[8] Del poema de Maiakovski “Marcha a la izquierda”.

[9] Naturalmente la rima es en ruso: krov (sangre), liubov (amor), markov (zanahorias), sbovoda (libertad), naroda (pueblo), doch (hija), noch (noche).